Crucitas sigue drenando recursos: ₡468 millones al mes para contener la minería ilegal

En Cutris de San Carlos, la montaña de Crucitas sigue siendo un epicentro silencioso de conflicto ambiental, crimen organizado y despilfarro estatal. Aunque el boom de los “coligalleros” masivos terminó, la minería ilegal persiste en pequeñas cuadrillas clandestinas que entran y salen sin descanso.

Pero lo más sorprendente: el Estado gasta ₡468 millones al mes —más de $780 mil dólares— solo para mantener vigilancia policial permanente en el sitio. Más de 100 policías se turnan día y noche en patrullajes, retenes y operativos, mientras el bosque tropical seco sigue herido y los ríos, contaminados por el mercurio y la ambición .

Según el subdirector de la Fuerza Pública, Guillermo Valenciano, ahora los grupos son de entre 10 y 20 personas, en su mayoría migrantes nicaragüenses en condición irregular. Pero aunque el volumen haya disminuido, el daño ambiental y el costo de contención siguen altísimos .

Crucitas se convirtió en un símbolo de abandono institucional: ni se ha restaurado ecológicamente la zona, ni se ha encontrado una salida legal definitiva. En marzo, el Gobierno volvió a poner sobre la mesa el polémico proyecto de ley N.º 24.717, que permitiría legalizar la minería industrial a cielo abierto solo en Crucitas. La promesa: eliminar la ilegalidad, generar empleo formal y controlar el impacto ambiental .

Pero los ambientalistas no están convencidos. Temen que la apertura a la minería industrial “controlada” abra una puerta trasera para otras zonas protegidas. Y recuerdan que Costa Rica prohibió este tipo de minería en 2010 justamente por sus consecuencias irreversibles.

Mientras tanto, la operación policial sigue como un goteo constante de recursos públicos. Cada mes sin solución, más dinero se entierra en Crucitas. Más árboles se talan. Más ríos se contaminan. Y más vidas humanas se arriesgan por un poco de oro que no enriquece al país, pero sí empobrece su patrimonio natural y su reputación ambiental.

Costa Rica abolió su ejército, pero Crucitas sigue siendo su guerra más costosa y menos discutida.

📌 Fuentes y referencias:

• La Nación

• Semanario Universidad

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