Agua potable en Cartago: ¿segura o envenenada?

En las montañas de Cipreses de Oreamuno, Cartago, abrir el grifo no es sinónimo de tranquilidad. Desde 2022, las nacientes que abastecen a la comunidad han estado contaminadas con clorotalonil, un fungicida prohibido por sus efectos tóxicos para la salud. Aunque el gobierno ya declaró el agua como “apta para el consumo humano”, muchos vecinos no confían y siguen comprando agua embotellada para sobrevivir.

La historia comenzó con la detección de clorotalonil en las fuentes de agua que abastecen a cientos de familias. Este químico –de uso frecuente en agricultura intensiva– fue catalogado como probable cancerígeno y responsable de daños hepáticos y renales. En 2022, se suspendió el uso de ciertas nacientes y AyA empezó a enviar camiones cisterna .

Sin embargo, en octubre de 2024, el Ministerio de Salud cambió su criterio: anunció que los niveles de clorotalonil “cumplían” con los nuevos parámetros internacionales, y se suspendió el envío de cisternas. Desde entonces, la situación se volvió ambigua: el agua llega, pero la confianza se fue.

Laura Brenes, vecina de Oratorio, relató que su familia gasta alrededor de ₡25.000 semanales en agua embotellada. “Ya no podíamos sostenerlo, tuvimos que volver al agua del tubo, pero con miedo”, confesó. Lo mismo ocurre con Blanca Serrano, que maneja varios kilómetros para llenar garrafones en casa de su madre, donde el agua es más confiable .

A esto se suma el silencio institucional. Las autoridades prometieron entregar los resultados de nuevos muestreos en febrero de 2025. Ya estamos en abril… y nada. Sin datos actualizados, las familias quedan atrapadas entre dos opciones: confiar a ciegas o protegerse por cuenta propia.

El Investigador Mauricio Chicas (TEC) advirtió que con los niveles actuales de clorotalonil, 1% de los niños podría intoxicarse si consumen agua sin tratamiento prolongadamente. “Aunque parezca poco, claro que tenemos que preocuparnos”, declaró.

En paralelo, las farmacias de la zona han visto aumentar la venta de purificadores y agua filtrada. Organizaciones ambientales denuncian que la agricultura intensiva sigue sin regulaciones estrictas, permitiendo que estos agroquímicos lleguen a las fuentes de agua sin consecuencias para las grandes empresas.

¿Es el agua realmente segura? ¿O se bajaron los estándares para calmar la presión política y evitar enviar más camiones cisterna?
Lo cierto es que en pleno 2025, cientos de familias rurales de Cartago no pueden beber de su propia tierra sin sentir miedo.

📌 Fuentes y referencias:

• Delfino.cr

• La Nación

• CRHoy

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